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21/12/13

Nada

Últimamente me he sentido en una especie de hartazgo, con esas ganas de dormir por 3 días o 3 meses, da igual, la rutina no ha sido mi mejor compañera en ya hace algunos años, pero esa relación tan dependiente que tengo hacia ella es, quizá, mi mayor adicción.

El año se acaba y vienen los propósitos y todos esos rituales de fin de año, que deje de adoptar al ver como años vienen y van y yo sigo casi igual. Puede que sea un año como otros tantos, o puede que sea un año con cambios, aún no lo se, pero no se quiero saberlo, dejaré que la corriente me siga llevando esperando algún día me den ganas de nadar contra la corriente, como alguna vez lo hice.

30/10/13


Y estaba ahí, teniendo una lucha interna más fuerte que las anteriores. Se sentía perdida, confundida, triste. Sabía que se tenía que decidir, tarde o temprano por uno de los dos caminos que se habían postrado frente a ella. Nunca ha sido fácil expresar lo que siente, y en estos momentos no es la excepción.

Le es tan difícil tomar una decisión, pero sabe, que sea cual sea, ella sale perdiendo.

Uno de los caminos, le ofrece lo que tanto tiempo había esperado, una realización personal, independencia e individualidad. Dejaría de ser "la hija de:", "la mamá de:", "la esposa de:" y tendría la estabilidad económica que durante años deseo. El precio: El derrumbamiento familiar. Una vida emocionalmente inestable. El motivo por el cual se habría orillado a buscar eso, no tendría sentido ya.

El otro camino le ofrece una vida como quizá (muy en el fondo) la desea: estabilidad emocional, y probablemente, económica, pero sabe que el precio también es muy alto. Sería ver sus sueños y deseos de realización personal no pospuestos, si no olvidados. Sentir que se estancó (o no, aún no puede saberlo) y que ya no puede hacer más.

Se siente agotada, todo el tiempo hay ideas revoloteando en su cabeza, tanto pensar, duele. Si al menos hubiera alguien neutral. Alguien a quien no le afectara ninguna decisión que sea tomada. Alguien, que a pesar de todo, pueda tomarla de la mano, mirarla a los ojos y decirle: 

-Todo estará bien...

¿Y todo estará bien?



26/8/13

Volverte a ver.

Hoy fue un día muy ajetreado en la oficina. Tantas cosas que se han acumulado, más lo que falta en lo que resta de la semana, añadiéndole un jefe al que se le acaban las excusas con su esposa para justificar sus salidas con "proveedores importantes", me aseguran un estrés total.

El día de hoy termina (al fin) salgo de aquel edificio de grandes ventanales, me coloco los audífonos y me dispongo a ignorar a todos a mi alrededor subiendo el volumen. La fila para subir al autobús es ridículamente larga (como de costumbre a estas horas) así que decido caminar.

Siempre me ha gustado esta zona, los espacios verdes con bancas colocadas estratégicamente para que se vea el contraste con los altos edificios y las hordas de automóviles que creen que tocando el claxon como desquiciados va a hacer que avancen mas rápido.

Una luz roja hace que detenga mi larga caminata, alguien toca mi hombro:

- ¡Hola! creí que no te detendrías, hasta estaba preparado para correr... (sonríe)
- Hola (tiene la misma sonrisa encantadora)
- ¿Como has estado? Han pasado algunos años, sigues casi idéntica a como te recuerdo.
- (ojalá no recuerdes la última vez que nos vimos) Bien, tu tampoco has cambiado, bueno, te ves, mejor (¡demonios! creo que me sonroje)
- ¡Ja! eso díselo a mi mujer que se empeña a que haga ejercicio
- (¿eso que sentí fue un poco de desilusión?)  
- ¡Pero cuéntame!, ¿que has hecho? de repente desapareciste, como si te hubiera tragado la tierra. Te busque, te llame, pero no supe mas de ti.
- (como si hubiera querido verte después de lo que te dije la última vez) Pasaron algunas cosas, tuvimos que mudarnos y fue como empezar de nuevo.
(Aquí fue donde entro un silencio incómodo, hasta que su teléfono comenzó a sonar. Una, dos... )
- Dime. Ajá... si... no, no se me olvida, ya voy para allá... ok.
- Creo que tienes que irte (por favor, acaso no te quedo claro la última vez lo difícil que era para mi tenerte tan cerca y tan lejos al mismo tiempo. Esta ocasión no es diferente)
- Si, tengo que ir a comprar algunas cosas. De hecho iba retrasado, pero te vi y no pude evitar seguirte (guiño)
- (¡maldición! odio cuando haces ese gesto, en este momento podrías pedirme lo que quisieras y no me negaría a nada) 

Después de un intercambio de teléfonos y (maldita sea) de redes sociales, quedamos en mantenernos en contacto. Hizo un ademán con su mano para decirme adiós, el cual le respondí con una sonrisa. Camina hacia mí (no, no lo hagas) un beso en la mejilla fue el que detono ese abrazo que quedo pendiente hace muchos años.

-No vuelvas a desaparecer así, por favor - susurra
- (no dejes que te vea llorar) Ya veremos.

Evitamos que nuestras miradas se cruzaran después de ese abrazo y cada quien siguió su camino. Él perdiéndose entre la gente y yo, perdiéndome en mis recuerdos y en la letra de una canción.

30/7/13

No hay nada mas libre, que la mente del ser humano.

Escribir es una necesidad que me surge de vez en cuando. Es como si yo fuera un volcán y el escribir fuera una exhalación para evitar una erupción.

En los momentos difíciles un papel y una pluma fueron mi mejor compañía, no me cuestionaban, no hacían preguntas, no me juzgaban. El simple movimiento de la pluma plasmando palabras que a veces no se podían decir, aquellas gotas que mojaban el papel, que nunca han sido fácil derramar, calmaban muchas veces la impotencia, frustración y dolor que me perseguían (o persiguen).

Lo mas increíble de escribir, es que puedo dar rienda suelta a todo aquello que puedo pensar, sentir e imaginar. Esto último sin necesidad de que este pasando o haya pasado, todo se puede disfrazar y aderezar con toques de fantasía y así, hacer un poco de catarsis sin "desnudarme" por completo.

Puedo escribir acerca de mi como una simple espectadora de la situación, algunas veces cambiando lugares, nombres, para que siempre quede la duda de saber si de la que hablo soy yo. O escribir como si fuera la mas sensual y hermosa de las mujeres y montar toda una escena kinky sin necesidad de que haya pasado (¿o si?)

En alguna ocasión me dijeron que lo que escribí no era para tal persona, yo conteste que lo que escribo no tiene ninguna dedicatoria. Di una respuesta errónea. Lo que escribo si tiene dedicatoria; la dedicatoria de todo lo aquí escrito esta netamente dedicado a...

MI

11/7/13

Idiática

Con el paso de los años, uno se hace de ideas que a otros se les hacen extrañas, pero para uno, como vil portador de ellas, no lo son tanto.

Aquí, algunas (si, solo algunas) de esas cosas "extrañas" que han hecho ganarme el sobrenombre de idiática.


* No soy de las que se pintan las uñas, no hace mucho que las deje crecer (debo admitirlo,me las mordía) y cuando lo hago, suelo pintármelas así: 


Uso casi cualquier color, pero por decirlo de alguna manera, solo me pinto "la puntita" y es que cuando me pinto toda la uña, siento que las manos son de otra persona.

* Tampoco suelo maquillarme mucho, un poco de rimel, delineador negro y si acaso, un poco de gloss en los labios. Cuando llego a "pintarme" más de lo normal siento que me veo así: 


- Algunas veces (muuy de vez en cuando) me sale lo femenino y me gustaría usar alguna blusita coqueta como esta:

si no sintiera que me veo así: 


* En algunas ocasiones uso el cabello suelto, es muy bonito ver esas lindas cabelleras de comercial... si tan solo el mío luciera así, lo llevaría suelto más seguido.



¡Pero no!, tiene que verse (o yo siento que se ve) así...


* Contar cosas

* No comer mermelada de fresa

* No tomar en vasos de plástico o unicel


Son algunas de las cosas que evito lo más posible.

Eso, y lo que se vaya acumulando a lo largo del tiempo.





7/6/13

¡Que bonita "era" la inocencia!

Escuchando una plática entre dos niños de 11 años:

Niño 1: ¿Ya viste a la "Jessica"?
Niños 2: Si, !no manches! se esta poniendo re-bien.
N1: No, pero si vieras a "Claudia" se esta poniendo bien buenota, yo digo que si aguanta.

O_O'

En mis tiempos (y no, no estoy tan vieja) los niños de 11 años no pensábamos de esa manera (al menos, ese tipo de conversaciones las escuchaba en "chavos" de 14 o 15 años) y no porque me persigne o me asuste, si no, simplemente que con cosas como estas uno se da cuenta de que "los tiempos" han cambiado. 

Niños hablando de lo "buena" que se está poniendo una niña, pero que se cohíben al escuchar la palabra "anticonceptivo" "enfermedades de transmisión sexual" "pene" "vagina" "pornografía" y demás términos relacionados con lo sexual. Los niños de la plática anterior, son los mismos que llegan a mi negocio  pidiéndome que les saque información de internet sobre esos temas o pidiendo alguna monografía (o lámina) y lo dicen tan bajito para que los escuchen (según ellos) y cuando les repito lo que quieren se ponen mas rojo que un tomate.

Y oyendo esto recordé la inocencia de aquellos años:

Yo tendría alrededor de 11 o 12 años, mis hermanos querían "enjaretarme" aun vecinito que le decían "El Tang" (ignoro el porque del apodo). El niño (porque eramos unos niños) no me era tan indiferente, pero yo era muy tímida y cada que me decían "¡ándale! anda con el", yo siempre decía que no, me daba la media vuelta y me iba.

A veces iban a la casa a ver la tele (el que más iba era el hermano menor de "Tang") y un día, estando en la casa los 6 solos, a mis "hermanitos" y a su "hermanito" se les ocurrió encerrarnos en una de las recámaras. Nos quedamos un rato sentados en la cama (yo con mi cara de enojada por que nos habían encerrado) no recuerdo que fue lo que platicamos, tampoco recuerdo cuanto tiempo estuvimos encerrados (pero creo que no fue mucho) y cuando nos dimos cuenta de que ya podíamos salir, el arrugo un poco las cobijas de la cama y me dijo:   

-"Para que vean que estuvimos haciendo algo" 

Muchos años después comprendí a que se refería.